domingo, 9 de febrero de 2020

¿Se puede vencer a la muerte? Comentario del libro "Ensayo sobre la muerte. Drácula, o el precio de la inmortalidad" de Horacio Rosatti

Clarín, Revista Ñ, 8 de febrero de 2020.

A lo largo de la historia de la humanidad, innumerables hombres y mujeres han soñado y perseguido poder vencer a la muerte. Estos deseos fueron receptados por la literatura, el arte, el cine, los cómics y actualmente cada vez con mayor intensidad por los envíos de las plataformas digitales en variados formatos intentando anticipar distintos escenarios y conflictos. Condenado a morir desde el instante del nacimiento vencer a la muerte podría ser un pase a la eterna felicidad o a una condena imposible de revertir. Es que ser inmune a la muerte en un mundo de mortales puede llegar a ser traumático para la existencia del inmortal que observa como el paso del tiempo se devora los afectos. En la película "Highlander, el último inmortal" uno de los momentos más logrados es cuando ante la pérdida de la esposa del protagonista inmortal suena la canción de Queen con la voz potente y sensible de Freddie Mercury diciendo "Who wants to live forever" (quien quiere vivir para siempre). Otro punto de vista lo aportó José Saramago con su magnífico libro "Las intermitencias de la muerte" donde narra las consecuencias distópicas que genera en una sociedad que la  muerte no quiera matar a ninguna persona más.
En relación al triunfo sobre la muerte vale la pena aclarar que existen dos modalidades victoriosas. El inmortal que bajo ninguna circunstancia puede morir tal como fue representado por ese notable comic que fue "Gilgamesh, el inmortal" protagonizado por un rey sumerio que alcanza la inmortalidad otorgada por seres de otros planetas. El amortal que puede vivir eternamente pero que bajo circunstancias puede fallecer tal como sucedía con  Highlander si era decapitado por otro inmortal o con Drácula si era expuesto al sol o se le clavaba una estaca en su corazón.
En nuestra realidad l principal causa de muerte en el planeta es el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con el envejecimiento que conducen a la muerte. No hay ningún principio científico en biología, química o física que prohíba el rejuvenecimiento e imponga la necesidad de la muerte. Por dicho motivo, a partir del desarrollo científico se plantea como una alternativa posible la longevidad indefinida o la muerte de la muerte mediante tratamientos biotecnológicos para el rejuvenecimiento humano que se comercializarán en la década de 2020, a los que seguirán en 2030 los tratamientos nanotecnológicos hasta llegar a controlar y revertir el envejecimiento en 2045.
En este contexto es que Horacio Rosatti se propone desde la Introducción desarrollar un ensayo sobre la muerte considerada como hecho biológico y como institución tomando como un dato concreto que los avances de ciencia aplicada a la medicina extendió el promedio de vida y que los actuales avances de la biotecnología y la inteligencia artificial podría garantizar una existencia digital como plantean  varios capítulos de las distintas temporadas de la serie Black Mirror. El recorrido que realiza Rosatti se sostiene en una trinidad de elementos: cuerpo, muerte, inmortalidad. En el epílogo es donde se puede observar con claridad la postura ética de Horacio sobre el desarrollo tecnológico que sobrevuela un cierto escepticismo sobre las bondades del futuro en relación al homo sapiens.   
El cuerpo ha dejado de ser cárcel y está en pleno proceso de deconstrucción. No solo ha dejado de ser la cárcel del alma sino quela utilización pre o post morten de varias partes del mismo lo ha revalorizado, pero a la vez, ha puesto en escena que es posible no necesitar del cuerpo para existir o estar renovándolo permanentemente para no morir en aquello que Kurzweil denomina la "velocidad de escape de la longevidad" (esto es que uno pueda mantenerse vivo el tiempo suficiente para alcanzar la próxima innovación para alargar la vida). En este primer elemento, Rosatti realiza una conexión entre cuerpo y el ingenio a través de la broma como goce de la consumación del mal invocado a la figura clásica del Joker o Guasón emergente del cómic; seguramente una vez que Horacio disfrute de esa obra de arte cinematográfica que es "Joker" de Todd Phillips con una actuación eterna de Joaquin Phoenix tendrá una nueva mirada sobre el Guasón, la risa, el cuerpo, la perversión social y el rol del derecho frente a los más débiles para evitar que se trasformen en psicópatas asesinos.
¿Cuando se muere? Morir o estar muerto, esto es la cuestión en torno a la finitud. Justamente los avances tecnológicos también han puesto en vilo el concepto mismo de la muerte. Tal como lo explica Rosatti hemos pasado de una muerte a varias formas posibles de muerte artificiales tales como la muerte civil, política y social, aunque la obsesión humana se oriente hacías "formas de alargamiento artificial" de la vida para no morir.                        
La inmortalidad es abordada por Rosatti conectándola a la figura del vampirismo en la las versiones de Drácula y de Nosferatu. En este punto, Horacio pareciera que plantea el acceso a la inmortalidad como un estigma  que sufren quienes la alcanzan y no como una suerte de lógica evolutiva del homo sapiens. Por eso es que muestra una gran preocupación por la eventual existencia de una longevidad cognitiva y una decrepitud física.
En el tramo final de la obra Rosatti se interroga si es lógico analizar un mundo tan difícil de imaginar con las premisas del mundo viejo, pero a la vez, esboza una ácida crítica sobre los cimientos del mundo por venir que ya existen en hoy. La comunidad digital es descripta como un "aturdimiento virtual que otorga la ilusión de sumar amistades nuevas todos los días..." y la pareja "se encuentran y se abandona por internet" son algunos de los planteos que realiza en tono disruptivo.
La obra de Rosatti habla sobre la finitud del homo sapiens con un cierto grado de escepticismo respecto del desarrollo científico y tecnológico y su impacto en el nuevo homo que vendrá. Allí reside su valor para los escépticos, para los optimistas y para los indiferentes de que en un tiempo no muy lejano la muerte como la conocemos será algo superado y nuevos debates, desafíos y construcciones sociales se producirán.        

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