Diario Clarín, 5 de abril de 2016.
En
torno a la comunicación audiovisual y las telecomunicaciones, existe un futuro
muy cercano que, en muchos de sus aspectos, estamos viviendo en el presente.
Debido a los avances tecnológicos, a diario observamos como la estricta
división entre el conjunto integrado por radio-televisión y la telefonía se va
difuminando lentamente. Cada vez más Internet se ofrece como un ámbito de
convergencia de la radio, la televisión, la telefonía y de la prensa escrita la
cual por este medio lentamente también ofrece contenidos audiovisuales.
En
este futuro próximo, el gran desafío consiste en visualizar el derecho
fundamental y humano de acceso a Internet como una precondición de la
democracia, la neutralidad en la red como un contenido esencial de este derecho y a la convergencia como una
garantía de un derecho a la comunicación resignificado. Un acceso universal,
ubicuo, equitativo, verdaderamente asequible, de calidad adecuada que abarque
pluralmente y sin discriminación alguna todo el territorio nacional y que tenga
como objeto primordial cerrar la "brecha digital" entre quienes
pueden acceder a Internet y quienes tienen un acceso limitado o carecen de él.
Por ello, es fundamental profundizar como política de Estado, el desarrollo e
iluminación total de la red federal de fibra óptica (REFEFO) implementada por
el anterior gobierno y declarada de interés público, como así también, utilizar
la última milla con un sentido de inclusión social respecto del acceso universal.
En
este tiempo que está viniendo, Internet se ofrece como un espacio infinito para
producir, recibir y difundir ideas, expresiones, opiniones, relatos, noticias,
un ámbito quizás similar al que utilizó la prensa escrita durante muchos años. El
www reemplazará inexorablemente el espacio radioeléctrico, la televisión
analógica y la estructura cerrada del cableoperador. Las cuestiones que pasarán
a ser centrales para ser reguladas serán el régimen de precios, los requisitos
del servicio universal, una nueva forma de licencia, la garantía de acceso de
los sectores más vulnerables.
En
el presente y mirando este futuro, las premisas empíricas, científicas y
tecnológicas que sostuvieron a la ley de servicios de comunicación audiovisual
y a gran parte de la ley argentina digital se tornaron obsoletas. Por ejemplo:
la eventual resistencia de un cableoperador de no sumar o de quitar un canal a
su grilla queda diluida si dicho canal transmite por Internet por cuanto una
persona accederá directamente al mismo sin intermediarios.
Otro
punto importante consiste en el necesario desarrollo de políticas públicas
activas que posibiliten al sector privado no comercial integrado por
universidades, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, cooperativas y
otros actores ofrecer servicios de conectividad, desarrollar proyectos de radio
y televisión y producir contenidos audiovisuales en el ámbito convergente de
Internet.
Una ley que regule la
convergencia audiovisual y comunicacional en el presente es sumamente necesaria
para disfrutar adecuadamente de ese futuro tecnológico que poco a poco está
arribando.
Me parece un excelente análisis del rumbo que toman las comunicaciones en virtud de la presencia de la internet avanzando -tal como lo dice el autor de la nota- como lo hiciera en su momento la escritura de los diarios. Me parece una opinión digna la de bregar para que el acceso sea universal y no existan brechas entre quienes tienen acceso y los que no lo tienen y coincido en que debe ser considerada una política de Estado- Disfruté leyendo este artículo.
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